Un estudio  afirma que las mujeres con falda causan una mejor primera impresión en los negocios que las que llevan pantalón

 

 

 

 Existen varios ejemplos que sugieren que las mujeres que se visten con un estilo más masculino se perciben ante los demás  con un mayor estatus profesional. Ahí está una Hillary Clinton o una canciller Angela Merkel, mujeres en las que las faldas brillan por su ausencia en sus respectivos fondos de armario.

El traje-pantalón, al asociarse con la masculinidad, ha sido visto durante años como atuendo paradigma de la carrera de negocios de altos vuelos.

Pero al contrario de estos ejemplos, parece que para las mujeres enfundarse unos pantalones no es la mejor manera de provocar una buena primera impresión en los negocios, tanto ante hombres como ante mujeres.

Una investigación del departamento de Psicología de la Universidad de Hertfordshire (EE.UU.) concluye que las mujeres que usan faldas y chaquetas son vistas como más seguras, con mayor éxito profesional y más flexibles que las que optan por un traje-pantalón.

Puede resultar un asunto baladí, pero que se torna en importante si se analiza la segunda de las conclusiones del estudio capitaneado por la psicóloga norteamericana Karen Pine: que las opiniones de los demás basadas únicamente en la ropa que alguien lleva puesta, se forman en cuestión de segundos y luego puede tardarse mucho tiempo en ser cambiadas.

Así que, mientras a las que opten por los pantalones, la prenda preferida por las mujeres de gran alcance, se les asociará con la ambición y la búsqueda del éxito”, las que lleven un traje de falda “dan una primera impresión más afable y positiva”.

Según la investigadora, fue sorprendente la cantidad de los atributos positivos que recibían las mujeres vestidas con falda en comparación las que llevaban pantalón.

Para sacar esas conclusiones, los investigadores mostraron a 306 voluntarios/as una serie de fotografías de mujeres con trajes-falda y trajes-pantalón, en sólo tres segundos, antes de pedirles que puntuaran una serie de rasgos de la personalidad y de interacciones socio-económicas (como la confianza, el éxito, el salario, la flexibilidad…).

También se les mostraron las fotos de forma individual, para que no se pudieran dejar influir o comparar con el resto de trajes de las fotografías. Los rasgos faciales en las fotos estaban difuminados para que los voluntarios sólo emitieran juicios sobre lo que llevaban puesto.

Según las conclusiones del estudio, por lo general las mujeres tienen una mayor posibilidad de elección de vestuario en el trabajo que los hombres, pero todavía existen problemas para mantener la identidad y la profesionalidad separados del atractivo; y el traje de falda parece que es el que logra ese equilibrio sin que la mujer parezca provocadora.

Lo dice una mujer, la psicóloga Karen Pine, en The Effect of Appearance on First Impressions, Karen J Pine, University of Hertfordshire .

¿Llevará falda o pantalón en su trabajo? Nos da que  falda…

Artículo publicado en cookingideas