Medio: El País Negocios | 20.03.2016

Las plantillas alcanzan al 41% de las mujeres y a los cargos de alta de dirección solo ascienden el 13%. A pesar de que las juntas directivas mixtas tiene un mayor rendimiento.

El monopolio de las corbatas en el mundo empresarial sigue gozando de muy buena salud. EL PAÍS ha actualizado el mapa de la diversidad de género (ver cuadro) en los puestos de mando de las compañías españolas cotizadas y el resultado arroja una mejora tan lenta en comparación con la situación de 2013 que la igualdad profesional en los cargos directivos se antoja aún como una quimera. El 40,7% de las plantillas está formada por mujeres, pero solo ocupan el 12,8% de los cargos en la alta dirección.

“Generación a generación observamos cómo ese techo de cristal se ha ido haciendo más consistente y ahora parece blindado”, denuncia Ana Bujaldón, presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe). Una de las causas de la persistente desigualdad, según Bujaldón, son los prejuicios asociados a una visión patriarcal de quien decide los nombramientos, generalmente hombres. “También, que muchas veces estas candidaturas o fichajes se producen en entornos extraprofesionales donde las mujeres no solemos estar. Además, hay que recordar la cultura de trabajo actual y sus horarios que impiden a las mujeres compaginar su vida profesional y laboral”, añade.

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