Medio: El País | 21.06.2016 | Autor: Belén Barreiro

¿Qué les hemos hecho a los jóvenes? Los jóvenes creen que tendrán una situación económica peor que la de sus padres.

Periodistas, políticos, grandes empresarios y banqueros recurren con frecuencia a sociólogos en busca de luz en un camino que, de pronto, se les ha hecho demasiado oscuro. En una sociedad tan cambiante y revuelta, proliferan las consultas a los institutos demoscópicos, con el fin de entender cómo hemos llegado hasta aquí y qué nos espera. En los últimos tiempos, en el repertorio de preguntas siempre hay una que no falta: ¿qué les pasa a los jóvenes?

Los jóvenes han emprendido un camino de diferenciación, adoptando preferencias políticas que pueden ser de izquierdas o de derechas, radicales o moderadas, pero que tienen todas ellas en común el distinguirse de lo que, en cada país, defienden sus mayores. Se podría pensar que el empeño por diferenciarse de los padres es un rasgo característico de la juventud. Sin embargo, aunque es cierto que los jóvenes suelen protagonizar las transformaciones sociales, lo que estamos presenciando en España y en otras democracias va más allá. En nuestras sociedades los jóvenes han pasado de ser precursores a convertirse en antagonistas: más que explorar nuevos recorridos, buscan transitar hacia destinos contrarios.

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