Me gustaría hacer algunos comentarios sobre los juegos olímpicos recién finalizados, que creo que, para las mujeres, han sido realmente satisfactorios.
Por primera vez en la historia, las deportistas españolas han conseguido más medallas en los Juegos Olímpicos que sus compañeros masculinos (cuando su representación en el total de deportistas españoles participantes apenas ha alcanzado el 40%). Las mujeres han ganado nada menos que 11 medallas contra 6 de los hombres, y 2 medallas de oro de las 3 conseguidas. También han sido las que en términos generales, más coraje y tesón han exhibido, ganando medallas de plata impensables (como el equipo de waterpolo) en su primera participación en unos juegos olímpicos, o la épica medalla de bronce del equipo de balonmano. Nuestras triunfadoras son casi todas desconocidas, y marcan un patente contraste con los parcos resultados de unas figuras masculinas siempre mimadas por los medios y el público.
Éstos han sido además los primeros Juegos Olímpicos en que todos los países participantes han contado con mujeres en sus equipos, incluyendo a Arabia Saudí, Catar y Brunei. Y en los que se ha establecido un récord de participación, logros y representación universal de las mujeres. El 45% de los 10.500 participantes han sido mujeres, mientras que en Pekín representaban el 42% y tan solo el 25% en Barcelona 1992, en los que incluso hubo 34 equipos nacionales sin ninguna mujer. Y además, por primera vez en unos Juegos Olímpicos, las mujeres han competido en todas las disciplinas.
No es extraño que empiecen a ser conocidos como “Los Juegos Olímpicos de las mujeres”