El pasado día 27 de septiembre, organizamos una mesa redonda con la colaboración de Aroe sobre la racionalización de los horarios laborales moderada y dirigida por Teresa Viejo.

Durante la misma se hizo referencia a que la conciliación no depende del “huso horario” sino del uso que se hace del tiempo. En este sentido, las medidas que se ponen en marcha en las empresas para favorecer el buen uso del tiempo y la flexibilidad de horarios o el teletrabajo, son bien acogidas y suscritas en una gran mayoría por mujeres.

También se habló del derecho a la desconexión laboral, que ya esta regulado en Francia. Es necesario ser valiente y decir “no” a reuniones a partir de las 17 horas. Pero también hay que favorecer la flexibilización, el trabajo productivo y el respeto a los horarios de compañeros y subordinados.

La conciliación no es solo familiar, es personal. Es el equilibrio entre la vida profesional y la privada.

Para que las mujeres puedan conciliar es necesario que elijan buenos compañeros de viaje y que empiece a verse mal que la gente que se quede más tiempo que el debido en sus trabajos.

Abrió la Jornada Ana Lamas , Presidenta de WomenCeo y la cerraron D. Jose Luis Casreo, Presidente de Arohe y Eva Levi, Presidenta de Honor de WomenCeo.

Reflexiones de Eva Levy

ARHOE/WOMENCEO

Por mi experiencia con ARHOE y, por supuesto, con WomenCeo, esperaba encontrar hoy aquí ideas y reflexiones importantes. Importantes para los que estamos en esta sala, pero también para las personas que pasan ahora por la calle, que van preocupados con sus negocios o por la falta de ellos… Si saliéramos y les dijéramos de qué hemos estado hablando, reaccionarían rápido, nos ampliarían los ejemplos y las situaciones.

Tanto ARHOE como WomenCeo nos esforzamos por hacer llegar estos y otros mensajes a la opinión pública y a nuestros políticos, pero qué poco podemos conseguir para lo urgente que es el debate.

Hoy se habla mucho de fake news, pero hace muchos años que el verdadero veneno de la comunicación es el infotaintment, el infoentretenimiento, que consiste en mezclar el espectáculo con la información y priorizar las noticias escandalosas o sangrientas sobre aquello que nos afecta a todos a más largo plazo.

Las mujeres hemos ganado mucho terreno y el legislador intenta ayudarnos en la lucha por la igualdad. Es verdad que solo la experiencia demuestra lo buenas o malas que son las leyes y los reglamentos, pero no se debate públicamente lo bastante de qué nos está pasando y cómo van ir las cosas en el futuro.

¿De verdad funcionarán los permisos de paternidad y maternidad en todos los sectores? ¿Es eso lo que se necesita en todos los casos? ¿Esa medida seguirá ahorrando a las administraciones la obligación de ofrecer más servicios para la atención de niños, de mayores y dependientes?

¿Qué pasa con las jornadas reducidas? ¿Qué pasa si se normaliza la tutela compartida y padre y madre tienen que alternarse en la atención a los hijos con los horarios y jornadas habituales? ¿Se ha preguntado a los ciudadanos? ¿Se ha hablado con las empresas? Con las grandes compañías puede llegarse a acuerdos, pero las pymes y micropymes son la norma en nuestro país, sin hablar de los autónomos y sus variadas formas de actuar.

¿Estamos aprovechando las posibilidades de esta sociedad digitalizada para mejorar las formas de trabajo o se han convertido en un problema? ¿Hemos sabido aprovechar el teletrabajo o hemos degradado la vida laboral? Y, pensando en los horarios, ¿hemos ampliado más si cabe las jornadas con la conexión continua vía móvil que nos atrapa incluso en los fines de semana?

Hasta ahora, las víctimas de unas formas de trabajo y de los nefastos horarios éramos las mujeres, que debíamos sortear muchos obstáculos para tener una carrera de éxito dentro de la empresa. Y con la idea de que las mujeres necesitan más retoques en la jornada, más ausencias por los hijos y ese famoso y largo etcétera de tópicos ha venido tradicionalmente el regateo en las promociones y las brechas salariales.

Pero yo diría, tal vez por la crisis o por esa mal digerida digitalización, que el mal se extiende y que podemos encontrarnos con el hecho de que las familias, las parejas, tengan ahora que sortear nuevos retos, nuevos sacrificios…
Por eso me gustaría que intervenciones como las de hoy se pudieran presentar y debatir en horarios de máxima audiencia y fueran al día siguiente noticia en todas las primeras planas y en los programas de la mañana. Mientras conseguimos algo así, sigamos poniendo el dedo en la llaga sin desánimo.

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